27/5/09

Cortando clavos


En el slang o lunfardo argentino -tan habitual en la letra de los tangos- estar "cortando clavos" significa tener una buena dosis de nerviosismo a la espera de algo que no sabemos si será bueno o malo.

Esto viene a cuento de cómo estoy "cortando clavos" a la espera del informe de la tomografía con contraste endovenoso que me hicieron el viernes pasado, y cuyo resultado sabré en unos días más. Del mismo dependará si seguiré con el mismo esquema quimioterápico, que vengo tolerando mejor de lo que suponía, o si me lo van a suspender o cambiar.

Les comento a los que me leen por primera vez, que mi anteúltima tomografía, de julio de 2008, había dado más que bien, con apenas una pequeña mancha de escasa densidad compatible con hígado graso, y algunos ganglios apenas aumentados de tamaño por delante de la columna vertebral, detrás de la arteria aorta... Pero cuando me hice en febrero de 2009 otra tomografía de control... ¡Sorpresa! Aparecieron metástasis y ganglios inflamados por todos lados: axilas, abdomen, hígado, y ambos pulmones... Incluso una imagen sospechosa en la zona de un hueso de la cadera. ¿Metástasis ósea?

Anímicamente me siento muy bien. Diría que mejor, imposible.
Físicamente, a veces tengo dolores abdominales que repercuten en la espalda, pero con Ibuprofeno 400 (Actron) y Trimebutina con Bromazepan (Eumotil T), los vengo controlando más que bien. Ahora decidí duplicar la dosis de potasio que ingiero por vía oral (Control-K), porque por los cuadros diarreicos pierdo mucho potasio (hipokalemia o hipopotasemia), y eso hay que controlarlo, porque es muy serio, pues puede producir arritmias cardíacas severas. De todos modos a mí eso no me complica demasiado, porque no hay mal que por bien no venga: entre otras "nanas", en 2005 me implantaron un marcapasos cardíaco, y éste evita que se produzcan esas arritmias.

Por eso digo que tengo algo de "Cyborg" (Cybernetic Organism), un ser en parte organismo humano, y en parte cibernético, al estilo del "hombre nuclear". Ja ja ja ja!
¡Cómo no voy a ser fanático de la tecnología, si estoy vivo gracias a ella!

Subcutáneamente, en el pecho , a la izquierda, tengo colocado el marcapasos (del cual dependo en un 100% para vivir) con dos electrodos que van uno al ventrículo derecho, y otro a la aurícula derecha. Y en el pecho también, pero a la derecha, tengo implantado el port-a-cath, que es el aparato conectado por un catéter a la vena cava superior, y por donde me administran todo: los quimioterápicos, el anticuerpo monoclonal, la premedicación para la quimio, y el potasio que necesito, de modo que las venas periféricas de mis extremidades superiores no sufran el efecto tóxico y los dolores y flebitis que producen estos medicamentos.

MI SUGERENCIA: Los pacientes que necesitan períodos prolongados de quimio, sí o sí, exijan a sus médicos que les hagan colocar un port-a-cath!

Bueno, analicemos ahora las posibilidades de este estar "cortando clavos". Los resultados posibles de la tomografía son los siguientes:

- o que sean buenos, y que se hayan controlado las metástasis y frenado en su crecimiento y desarrollo anárquico.

- o que no sólo se haya parado su crecimiento, sino que hayan remitido (achicado en tamaño y virulencia)

- o que tengan todas las metástasis una franca remisión, lo cual sería un excelente indicio de probable curación

- o que no haya pasado nada positivo, y este nuevo esquema quimioterápico no haya servido para nada, y no haya podido frenar el avance inexorable de la enfermedad.

En mi paso por la Medicina, tuve por regla decirle siempre a mis pacientes la verdad, y no voy ahora a ser distinto conmigo mismo. Las posibilidades son todas las enumeradas, algo tan cierto como que la Medicina no es matemática, no es dos más dos: puede pasar cualquier cosa, lo deseado o lo indeseado. Dos más dos puede ser cuatro, uno, seis, cinco o trescientos veinte.

Esto significa lisa y llanamente, sin subterfugios, que puedo curarme definitivamente o puedo partir a las praderas de Manitú en menos de un año.

Mi estado de ánimo, como siempre digo, es absolutamente positivo y optimista, no tengo ninguna intención de dejar este valle de lágrimas y alegrías que es la vida en el planeta Tierra, y en ello influye el afecto de todos mis seres queridos, de la buena onda de mis amigos del mundo real y virtual de Internet, de gente que conozco cara a cara, y de gente que conozco a través de la pantalla de mi ordenador.

Además, tengo una ventaja cuasi paradojal sobre los creyentes, que tienen el gran beneficio de la fe religiosa. Mi fe es universal, porque los agnósticos respetamos por igual las convicciones de creyentes y no creyentes. Borges ha influido en mí más que mis 19 años de educación en ámbitos católicos apostólicos romanos, por lo que soy agnóstico spenceriano, como Borges, como su padre y como Macedonio Fernández. Y por ende, también me considero un librepensador, esto es, alguien que piensa libremente y se siente preparado para analizar cualquier alternativa, decidiendo sin ataduras ideológicas qué ideas son a mi criterio correctas o incorrectas, avaladas por mi formación científica.

Pero como buen acuariano y Tigre de Metal (que no sé demasiado que significa cabalmente, pero me divierte muchísimo leer sobre estos temas porque me sirven para elaborar la personalidad de los personajes de mis ficciones literarias), tengo ciertas ventajas a las que son ajenos los cristianos, como el poder considerar terapias alternativas, más allá del poder que con profunda conviccción religiosa le atribuyen los creyentes a la oración.

Y como decía Friedrich Wilhelm Nietzsche, "Lo que no te mata te fortalece", entonces todo es a priori bienvenido por mí: agradezco y creo en el poder sanativo que puede surgir de las más variadas manifestaciones del espíritu humano y de los elementos de la naturaleza: desde las cadenas de oración que me brindan desde el amor y la fe, mis amigos cristianos, musulmanes y judíos, hasta la visita a algún cura sanador o carismático (saliendo ya de la ortodoxia católica), desde el ingerir un recomendado jarabe hecho a base de yuyos y con sabor a alcachofa, hasta tomar el famoso jugo de Noni procedente de Tahiti; desde analizar el poder de las terapias energéticas, hasta ingerir un promocionado jugo de espárragos; desde esperar que sea la ciencia médica la que me cure defintivamente, hasta aceptar la existencia de los milagros que ni la ciencia médica puede explicar.

Y aquí estoy, cortando clavos, a la espera del resultado, y sea cual fuere el mismo, dispuesto a seguir haciendo lo que sea menester para ganar las batallas que siguen, y con la esperanza inquebrantable de ganarle la guerra a este hijo de mala madre que es el cáncer, enemigo al que le tengo respeto, pero no le tengo miedo, como tampoco le temo a la muerte.

Quien vive su vida con intensidad, fiel a sus convicciones, aprovechando y sacándole el jugo a cada segundo, siendo proactivo, esforzándose por aportar un granito de arena por un mundo mejor, tratando de trascender a través de los hijos de su cuerpo y de su mente, esforzándose por desarrollar sus talentos (que todos tenemos), no tiene por qué temerle a la Parca, más allá que todos sabemos que alguna vez inexorablemente nos pasará a buscar para emprender un paseo de ida y sin vuelta...

Pero mientras tanto, y esperando que ese día sea muy, pero muy lejano...
¡A pelear se ha dicho!
:-)

1 comentario:

Anónimo dijo...

Betto, sos un ser tan "especial", te admiro y doy gracias a la vida por haberme permitido tenerte a mi lado y compartir tus primeros pasos...las siestas en las que Betty y vos se peleaban para dormir conmigo ...al final terminabamos los 3 juntos en una camita...jajajajaa, vamos todavía !!!.....sigamos en la lucha, LO LOGRAREMOS !!!!
Su