207 - 23 de junio - 2009
Hoy cumplo dos años de nueva vida.
Al volver de la conferencia de clausura que dí en Albacete, España, en diciembre de 2006, debido a una discreta anemia y pérdida de fuerzas, decidí hacerme un chequeo integral: sangre, orina, placa de tórax, y no sé por qué, una tomografía. Los resultados de la tomografía indicaron la necesidad de hacerme una vídeo colonoscopía.
Allí conocí en vivo y en directo al "asesino silencioso": el cáncer de colon, causante de mi bajón físico, de la anemia.
Se hicieron nuevos estudios, y luego de una tomografía hecha en mayo, se programó todo para el 23 de junio de 2007.
La operación duró cuatro horas. Fue realizada con éxito por el Dr. Ricardo Franzosi, en la FLENI. El Dr. extrajo medio colon derecho y medio colon transverso, donde habían dos tumores: uno en el ángulo hepático, que obstruía toda la luz del intestino, y otro de menor tamaño, en el ángulo íleo-cecal. También extirpó 16 ganglios (los protocolos internacionales sugieren sacar 12), y todos ellos dieron como resultado en Anatomía Patológica, "hiperplasia", y ninguno "neeoplasia". Sólo quedaron algunos ganglios en retroperitoneo, por su difícil acceso quirúrgico.
La evolución los primeros meses fue excelente.
Un problema colateral, fue la pérdida de potasio en sangre, problema que vengo acarreando desde entonces, y obliga a la administración semanal de unos 120 miliequivalentes, para mantener aceptables los niveles de kalemia (potasio en sangre). Esto es debido a que una de las funciones del colon, es la absorción de líquidos. Al tener ahora sólo un 50% de colon, los líquidos no se absorben adecuadamente, los procesos diarreicos son frecuentes, y con ellos se pierde mucho potasio.
En agosto de 2007, por prevención, por la presencia de una muy pequeña mancha "sospechosa" en hígado, y los ganglios retroperitoneales citados, que no llegaban a un centímetro de tamaño, se decidió iniciar el tratamiento quimioterápico, de seis meses, que terminó en enero de 2008.
En principio, podría decirse que estaba prácticamente curado.
Durante 2008, fui haciéndome estudios esporádicos, pero siempre daba lo mismo, como una tomografía hecha en septiembre: esa pequeña manchita en hígado, que podría ser una esteatosis (degeneración grasa) hepática, y los famosos ganglios retroaórticos, de tamaño dentro de los límites aceptables (no mayores de un centímetro).
Para octubre y diciembre, tenía dos conferencias importantes en mi agenda: la de octubre en Quito, donde presentaría un libro sobre Formación Docente, ante autoridades educativas de la OEA, y la de diciembre, en Madrid.
A la vuelta, después de trabajar en el centro cultural de Punta del Este durante todo enero de 2009, me hice una nueva tomografía. Allí entendí por qué le dicen "silent killer" (asesino silencioso), al cáncer de colon,
y allí entendí porque todos debemos insistir para que nuestros seres queridos y allegados, deben sí o sí hacerse una vídeo-colonoscopía de control, a partir de los 40 años, para prevenir esta enfermedad.La tomografía resultó impensada: metástasis por todos lados: adenopatías (ganglios inflamados) en axilas, abdomen, metástasis en hígado, pulmones, abdomen... Silenciosamente, sin que yo sintiera absolutamente nada, el asesino se había expandido por todo mi cuerpo.
Se inició inmediatamente el segundo ciclo de quimio, esta vez con un nuevo esquema, y la incorporación de un anticuerpo monoclonal, el cetuximab (Erbitux).
A mitad de la quimio, me hiciero una nueva tomografía y el resultado fue aceptable: las metástasis no remitieron, no se achicaron, no desaparecieron, pero tampoco siguieron avanzando.
Y aquí estamos, celebrando mi segundo cumpleaños, continuando con la quimio, y con toda la fe, la buena onda, y la energía que me da mi familia y mis amigos de la vida y de Internet, para seguir peleando sin bajar los brazos.